Mantener una buena salud requiere de un plan de trabajo físico seguro y equilibrado. Sin tomar los recaudos necesarios, las personas que llevan una “rutina fitness” pueden experimentar lesiones y agotamiento relacionados con el ejercicio. Para disminuir la probabilidad de lastimarse, se recomienda que la actividad física sea diversificada y que incluya ejercicios cardiovasculares, entrenamiento de fuerza y flexibilidad.1
Afortunadamente, las lesiones deportivas se pueden prevenir. Por eso, es importante conocer los motivos que pueden ocasionarlas y las medidas que pueden tomarse para reducir riesgos.2
¿Cuáles son las causas de las lesiones? 2
● Prácticas de entrenamiento deficientes.
● Usar ropa deportiva inadecuada.
● Estar en mal estado de salud.
● Calentamiento o prácticas de estiramiento mal realizado (antes de un evento deportivo).
¿Cuáles son las lesiones deportivas más comunes? 2
● Torceduras y esguinces.
● Lesiones articulares (rodilla).
● Lesiones musculares.
● Dislocaciones.
● Fracturas.
● Lesiones del tendón de Aquiles.
● Dolor a lo largo del hueso de la espinilla.
¿Cómo puedo prevenir una lesión deportiva? 2
● Desarrollar un plan de acondicionamiento físico que incluya ejercicio cardiovascular, entrenamiento de fuerza y flexibilidad.
● Alternar el ejercicio de diferentes grupos musculares y entrenar cada dos días.
● Mantenerse hidratado.
● Los ejercicios de estiramiento pueden mejorar la capacidad de los músculos para contraerse y funcionar, lo que reduce el riesgo de lesiones.
● Usar un calzado que brinde apoyo y que pueda corregir ciertos problemas en los pies que pueden provocar lesiones.
● Evitar hacer ejercicio cuando se está cansado o se siente dolor.
● Siempre tomarse el tiempo necesario durante el entrenamiento de fuerza y realizar todo el rango de movimiento con cada repetición.
¿Qué hacer si se tiene una lesión deportiva?
Lo primero que debe hacerse si se tiene una lesión por uso excesivo y repetitivo es consultarlo con el médico. Es probable que se indique tomar un descanso de la actividad que causó la lesión, aunque es posible continuar con un entrenamiento alternativo que no implique tensionar la parte ya afectada del cuerpo.3
Las lesiones por uso repetitivo y excesivo se pueden curar y no volverse a repetir, siempre y cuando, el médico tratante pueda constatar que se recuperó la fuerza, el movimiento, la flexibilidad y el equilibrio. Además, cuando se retoma la actividad física, es importante prestarle especial atención a la técnica para evitar futuras lesiones.3
Antes de comenzar cualquier tipo de actividad física, especialmente ejercicios o deportes de alto impacto, es aconsejable comunicarse con un médico para considerar sus observaciones.2