Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
El impacto de la pandemia en la atención médica.
La pandemia del COVID-19 sin duda ha impactado profundamente la actividad regular de la población a nivel general. Son conocidas las medidas tomadas por los gobiernos y en particular por sus autoridades sanitarias, para evitar brotes que impacten negativamente las tasas de pacientes hospitalizados, uso de salas de cuidados intensivos y mortalidad.(1)
Sin embargo, muchos expertos visualizan que como consecuencia de las (aunque necesarias) medidas de confinamiento para contener el avance de la pandemia, sumado al miedo que tiene la población a contagiarse, se han reducido las atenciones médicas tradicionales (y oportunas) de los sistemas de salud, tales como: consultas a urgencias y hospitalizaciones (no COVID), consultas ambulatorias de control, cirugías electivas. (1)
e hecho, diversas agrupaciones médicas y asociaciones de pacientes alertan sobre el surgimiento de una posible ola de nuevos diagnósticos a consecuencia de la desatención involuntaria que ha habido en todo este tiempo. (2)
Muchas personas que necesitan tratamiento para patologías como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes no han recibido los servicios de salud y los medicamentos que necesitan desde que comenzó la pandemia”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud. (3)
Si en condiciones previas a la pandemia, las enfermedades no transmisibles eran responsables entre el 70 a 80% de las muertes en las Américas (cifras de la OPS) (4), y si a ello le sumamos que muchos diagnósticos nuevos se van a realizar en fases tardías de dichas enfermedades, es evidente que habrá un impacto importante en términos de morbimortalidad a nivel mundial. (1,3)
En el caso de las personas con cáncer, su viaje no finaliza cuando termina el tratamiento activo pues debe continuar con las visitas a su equipo de atención médica, para verificar posibles recaídas o reaparición de la enfermedad, controlar los efectos secundarios y supervisar su estado de salud general. (5)
La importancia de la prevención.
Es sabido que la mejor forma de prevenir y de diagnosticar de manera precoz muchas enfermedades, es realizarse al menos una revisión médica anual. En dichas consultas, el profesional de salud mediante una revisión física general y el apoyo de estudios complementarios, podrá analizar el estado de salud completo de las personas o apoyarse en otros especialistas para descartar (o diagnosticar) cualquier patología a tiempo. (6)
Al hablar de las enfermedades estacionales y ya no solo de las enfermedades crónicas, asistir al médico también garantiza obtener toda la información necesaria para su prevención e incluso recibir el esquema de vacunación (si fuera el caso). (7)