Si tienes fibrilación auricular es posible que te receten un anticoagulante para ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ictus. Sin embargo, si bien los anticoagulantes dificultan la formación de coágulos sanguíneos y la aparición de accidentes cerebrovasculares, también pueden hacer que se produzcan hematomas y sangrados con mayor facilidad (1-2). Esto puede ser preocupante, por lo que entender las precauciones a tomar es muy útil.
¿Cómo reducir los riesgos en casa?
Te brindamos unas sencillas precauciones que pueden ayudarte en tu vida cotidiana a evitar accidentes:
● Utiliza un protector de dedos para preparar tus alimentos en la cocina (4).
● Pide ayuda médica inmediata si notas sangre marrón oscura en la orina o en el vómito, heces negras y alquitranadas o, si eres mujer, y tienes períodos menstruales más abundantes (3).
● Pon una alfombra de baño o antideslizante en la ducha.
● Usa un cepillo de dientes más suave para proteger las encías, ya que los sangrados en la boca pueden producirse con más facilidad.(4)
Por último, lleva siempre contigo tu tarjeta de alerta de anticoagulación (1,4) y pregúntale a tu médico antes de tomar una aspirina (1-2). A su vez, informa a cualquier persona que te de tratamiento médico (por ejemplo, tu dentista, enfermera o farmacéutico) que estás tomando un anticoagulante (1-4).
Y recuerda que si experimentas cualquiera de estas manifestaciones te aconsejamos ponerte en contacto con tu médico de inmediato (3,4).
- Dolor de cabeza
- Dolor de estómago
- Mareos, debilidad
- Sensación de desmayos
- Náuseas
- Hematomas inusuales
- Hinchazón inesperados
- Cortes o hemorragias nasales
- Sangre al toser de color rojo brillante o café
- Sangre en la orina que puede ser de color rojo o café
- Sangre en los intestinos que puede aparecer como deposiciones rojas, café oscuro o negras alquitranadas
