El arteterapia es un tipo de terapia con más de setenta años de historia y que forma parte de una de las cuatro terapias creativas: Arteterapia, Musicoterapia, Dramaterapia y Danza Movimiento Terapia2.
Se considera que la actividad artística cuenta con cualidades terapéuticas por sí misma y, por ende, los profesionales que brindan esta terapia, no necesitan poseer una formación específica en arte. Puede llevarse adelante tanto en grupos como en sesiones individuales y con pacientes cuyos objetivos son variados2.
Su meta es facilitar la expresión y reflexión de los consultantes a través de los recursos y elementos artísticos en compañía de un arteterapeuta calificado. Por eso, la prioridad está puesta en el proceso creativo del individuo más que en el valor estético del producto. En este tipo de terapia, se une el arte con la psicoterapia, integrando principalmente los aportes del psicoanálisis, la psicología humanista y la terapia guestáltica1.
Su implementación
El arteterapia puede ser implementada de dos maneras. Por un lado, puede utilizarse basándose en artes visuales o plásticas; pintura, grabado, modelado, diseño, máscaras, títeres. Y por el otro, puede hacer foco sobre el término “conexión creativa”, el cual se refiere al uso articulado de artes expresivas; escritura, pintura, movimiento, sonido y meditación. Esta segunda intervención, parte de la premisa de que una forma de arte potencia a las demás, resultando en mayores beneficios para quien consulta1.
Las artes visuales habilitan la posibilidad de conectarse con los colores y las formas, las cuales están vinculadas con el universo afectivo. De esta manera, las emociones reprimidas se transforman en energía constructiva1.
Sus alcances
El arteterapia genera múltiples efectos positivos que favorecen el bienestar general1:
● El adoptar una actitud creativa frente al envejecimiento y la muerte puede disminuir las vivencias de tristeza y depresión contribuyendo en la construcción de un sentido de vida en pacientes de la tercera edad.
● En niños con problemas de aprendizaje, este abordaje impulsa la flexibilidad cognitiva, la espontaneidad, la organización y el enriquecimiento de los canales de comunicación.
● Habilita un espacio para el juego y la risa junto a otras emociones positivas.
● Protege el sistema inmunológico y previene enfermedades físicas y mentales, ya que es una actividad que genera placer y goce.
● Beneficia a pacientes con enfermedades médicas (cáncer, VIH -virus de la inmunodeficiencia humana-, alteraciones cardiovasculares, enfermedad de Alzheimer y de Parkinson).
● Enriquece la percepción, la memoria, y el lenguaje.
● Promueve el funcionamiento visomotor en pacientes que han tenido un accidente cerebro-vascular.
● Ayuda a exteriorizar la angustia, el enojo, la frustración, las tendencias depresivas, la culpa y la estigmatización social que suelen tener pacientes que contrajeron VIH (virus de la inmunodeficiencia humana).
● Colabora para transitar experiencias de pérdida, cambios corporales y cuestionamientos existenciales.
● Con respecto a los pacientes con cáncer, las artes plásticas ayudan a explorar el pasado, el presente y el futuro, integrando el cáncer a la historia de vida e intentando construir un sentido para la situación que la persona está viviendo.
Cuando se trabaja con arte, no hay respuestas correctas o incorrectas, cualquier obra al ser propia y personal es valorada y utilizada para profundizar en el conocimiento de sí mismo. Así, el camino es la afirmación de la identidad1.
