Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
Los GIST son tumores de crecimiento lento y puede ser frecuente el hallazgo de tumores de tamaño pequeño. Por esta razón, pueden ser asintomáticos y encontrarse de forma incidental al momento de realizar estudios por otra causa2.
Los síntomas no son específicos de esta enfermedad, pueden presentarse con signos y síntomas digestivos como náuseas, vómitos, pérdida de apetito, pérdida de peso, problemas al tragar (en tumores que se localizan en el esófago), dolor abdominal, plenitud gástrica (sentirse lleno con pequeñas cantidades de comida) o cansancio2.
Los GIST son tumores que suelen sangrar con facilidad. Muchas veces el motivo por el cual son diagnosticados es porque producen sangrados en el tracto gastrointestinal. Estos sangrados pueden producir síntomas que van a depender de la cantidad y la rapidez con la que ocurran, así como también la localización del tumor. Los sangrados en el estómago pueden producir materia fecal de color negra (como el alquitrán), los que se producen en el estómago y en el esófago pueden causar vómitos sanguinolentos, y los que se producen en el intestino pueden producir materia fecal roja con sangre visible. Si el sangrado es lento, generalmente no se producen estos síntomas; las pérdidas lentas se manifiestan con anemia, que puede producir cansancio y debilidad 2,5.
La presencia de estos síntomas de forma persistente debe ser motivo de consulta con su médico1.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el desarrollo de los GIST?
Los GIST pueden ser esporádicos o asociados a factores genéticos que aumentan el riesgo de padecerlo. Un factor de riesgo es cualquier factor que aumente la chance de padecer una enfermedad. La presencia o ausencia de uno de ellos no confirma ni descarta la posibilidad de desarrollar un cáncer 2.
Los únicos factores de riesgo conocidos para GIST son la edad avanzada (hay mayor riesgo de padecerlos en adultos mayores) y la presencia de síndromes genéticos infrecuentes. No se han identificado cuestiones relacionadas al estilo de vida o factores ambientales que aumenten o disminuyan el riesgo de esta enfermedad, por lo que hasta el momento no conocemos la forma de evitarlo 2,5.
La mayoría de los GIST son esporádicos, es decir que se originan en personas sin factores de riesgo que predispongan a esta enfermedad y sin ninguna causa aparente. Un porcentaje menor están asociados a mutaciones de genes que aumentan el riesgo. En estos casos esta enfermedad puede encontrarse en diferentes miembros de la familia. Los síndromes genéticos que han sido asociados con la presencia de GIST son la neurofibromatosis tipo 1 y la triada de Carney 2.
El médico especialista puede recomendar estudios específicos para el diagnóstico de estas condiciones de acuerdo a su situación particular. Los tumores esporádicos y asociados a síndromes genéticos son indistinguibles3.
La consulta y los controles de rutina con el médico tratante son importantes ante cualquier sospecha, ya que la enfermedad no produce síntomas durante la primera fase de la enfermedad4.
Si quieres saber más acerca de esta patología, te invitamos a conocer a la Fundación GIST aquí: