Durante muchos años se creyó que los niños y niñas no experimentaban depresión o ansiedad, y que aquellos en los que se presentaba parecían estar simplemente fingiendo o buscando atención. Actualmente, este ya no es el caso, ahora es ampliamente aceptado que de 8 - 11% de los niños, niñas y los adolescentes sufren de una ansiedad que afecta su capacidad para continuar con su vida diaria.1
Todos los niños y niñas experimentan emociones poderosas. El mundo de los niños pequeños puede ser aterrador e incierto lugar, al igual que el de los adolescentes, que se enfrentan a una época de cambios físicos y emocionales.1
Identificar y delimitar los trastornos de ansiedad en la infancia puede ser una tarea difícil y generalmente, se van a manifestar como quejas relacionadas a un dolor. A ello, se le añade la dificultad que presentan los niños para expresar verbalmente su malestar y sus sentimientos.2
Las personas de la infancia pueden desarrollar miedos y fobias a cualquier edad, pero son especialmente comunes durante la primera infancia y la pubertad. Los bebés pueden parecer molestos, irritables y con insomnio, pero en niños y niñas muy pequeños, tal comportamiento es más probable que sea causado por el hambre, el frío y las enfermedades físicas que ansiedad.1
Todos los niños/as pequeños expresan angustia por estar separados de sus padres o cuidadores, junto con insomnio ocasional. Sin embargo, el apego excesivo es una señal de que están sintiéndose ansiosos. Si su niño tiene una angustia de separación tal que no pueden jugar con otros niños, son incapaces de dormir solos, o estar en una habitación diferente, estos son indicios de ansiedad.1
En la edad escolar los signos de ansiedad incluyen: ser extremadamente tímidos y apegados, tener verdaderas dificultades para mezclarse con otros niños, dificultad para conciliar y mantener el sueño, tener pesadillas, quejas repetidas de dolor de cabeza o dolor de estómago y están constantemente preguntando si las cosas están bien.1
Los trastornos de ansiedad en la infancia incluyen:
- Trastorno de ansiedad por separación
- Mutismo selectivo
- Fobia específica: agorafobia
- Trastorno de pánico, trastorno de ansiedad social y trastorno de ansiedad generalizada.2
A pesar de la alta prevalencia de los trastornos de ansiedad en niños, niñas y adolescentes, tan solo una parte de ellos llega a diagnosticarse y a recibir una intervención terapéutica efectiva. El abordaje de los trastornos de ansiedad es multimodal. La selección sobre la modalidad de tratamiento debe basarse en: la severidad de la sintomatología, la presencia de otras enfermedades, la edad del niño y la naturaleza de los factores causales.2
El diagnóstico temprano y la intervención efectiva en el tratamiento van a reducir de manera clara el impacto que los trastornos de ansiedad tienen en la esfera académica, familiar y social.2