Cuando un bebé o un niño/niña recibe un diagnóstico de dermatitis atópica (DA) y no deja de rascarse, llegando a lastimarse, es lógico que los adultos a cargo sientan muchas emociones encontradas; angustia, culpa, frustración, etc. La DA puede tener un impacto significativo en el día a día, causando heridas en la piel, alterando la calidad del descanso, el estado de ánimo, entre muchas otras cuestiones.1
La dermatitis atópica obliga a los adultos a tomar constantemente decisiones sobre, por ejemplo, a qué lugar ir de vacaciones, qué tipo de vestimenta usar, qué cuidados tener, qué tipo de actividades realizar. Buscar ayuda psicológica para todo el entorno familiar es importante, ya que la atención y abordaje integral forma parte del tratamiento de esta enfermedad.1
Pero ¿qué es la dermatitis atópica? ¿qué la provoca? ¿tiene cura? Te invitamos a recorrer esta infografía con información sobre la DA, donde encontrarás respuesta a todas estas inquietudes: