Un ACV, o “ataque cerebral”, genera una falta en el suministro de oxígeno y nutrientes que necesita el cerebro (isquemia), lo que provoca que las células cerebrales comiencen rápidamente a morir. Esto puede causar un daño grave al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte.2
¿Cuáles son los tipos de ACV? 2,3
Hay dos tipos de ACV:
● El ACV isquémico es causado por la presencia de un bloqueo, estrechez o taponamiento de vasos sanguíneos cerebrales. Esto puede darse debido a la acumulación de depósitos de grasa (aterosclerosis) o coágulos sanguíneos u otros desechos que se desplazan por la sangre (generalmente desde el corazón) y se alojan en vasos sanguíneos cerebrales. Es el tipo más común de ACV (80% de los casos).
● El ACV hemorrágico es causado por la rotura de un vaso sanguíneo, con sangrado dentro del cerebro. Puede ser primario o bien iniciar como un ACV isquémico que posteriormente causa hemorragia.
¿Cuáles son los signos y síntomas de un ACV?
El ACV puede manifestarse con diversos signos y síntomas de aparición repentina, que incluyen:4
● Adormecimiento, o debilidad, de la cara, los brazos o las piernas, especialmente de un único lado del cuerpo.
● Confusión, dificultad para hablar o para entender la comunicación oral.
● Problemas para ver en uno o ambos ojos.
● Problemas para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.
● Dolor de cabeza intenso sin causa conocida
En ocasiones los síntomas aparecen por un período muy breve (minutos a horas) y luego desaparecen completamente, lo que se conoce como un ataque isquémico transitorio o AIT. Este es provocado por un bloqueo parcial o la estrechez de una arteria cerebral. No es posible conocer durante un evento, según los síntomas, si este corresponde a un ACV o AIT, y este último además aumenta el riesgo de sufrir un ACV posteriormente. Es por esto que los AIT no se deben ignorar, sino que requieren atención médica de emergencia.3,5
¿Qué factores de riesgo se conocen para un ACV? 3
Se han identificado diversos factores de riesgo para la aparición de un ACV, algunos de estos modificables y otros no modificables, que incluyen:
● Edad mayor o igual de 55 años
● Origen étnico afroamericano o hispano
● Sexo masculino
● Sobrepeso u obesidad
● Inactividad física (sedentarismo)
● Beber alcohol en exceso
● Uso de drogas ilegales (especialmente cocaína y metanfetaminas)
● Fumar cigarrillos o la exposición al humo de segunda mano (tabaquismo activo o pasivo)
● Uso de píldoras anticonceptivas o terapias hormonales que incluyen estrógeno
● Colesterol alto
● Diabetes
● Apnea obstructiva del sueño
● Enfermedad cardiovascular (insuficiencia, defectos o infección cardíaca, ritmo cardíaco irregular, especialmente arritmias como fibrilación auricular)
● Hipertensión arterial
● Antecedentes personales o familiares de ACV o ataque cardíaco
● Infección por COVID-19
En particular, hay mayor riesgo de ACV hemorrágico en ciertas situaciones:
● Bultos en puntos débiles de las paredes de los vasos sanguíneos (aneurismas)
● Traumatismo en la cabeza (como un accidente automovilístico)
● Depósitos de proteína en las paredes de los vasos sanguíneos que provocan debilidad en la pared del vaso (angiopatía amiloide cerebral)
● Tratamiento excesivo con anticoagulantes
¿Cuáles son las consecuencias posibles de un ACV? 3
Un ACV puede ser causa de discapacidad, ya sea en forma transitoria (si dura semanas a meses) o bien permanente. Esto depende de distintos factores, pero especialmente de cuánto tiempo el cerebro sufre la pérdida de oxígeno y nutrientes, y de cuál fue la región cerebral afectada. Entre las complicaciones posibles de ACV se incluyen las siguientes:
● Parálisis o pérdida del movimiento muscular (generalmente de un lado del cuerpo o ciertos músculos).
● Dificultad para hablar con claridad, tragar o comer (si se afecta el control de los músculos de la boca y la garganta), comprender el habla, leer o escribir.
● Pérdida de memoria o dificultad para pensar, razonar, opinar y comprender conceptos.
● Problemas emocionales (control de las emociones o aparición de depresión).
● Dolor, entumecimiento u otras sensaciones inusuales (como hormigueo) en las partes del cuerpo afectadas.
● Cambios en la conducta y en la capacidad de cuidado personal, incluyendo la necesidad de ayuda con el aseo personal y las tareas diarias.
El ACV es una emergencia médica, ante la aparición de cualquiera de los síntomas de sospecha descriptos es necesario llamar inmediatamente al servicio de emergencias. Cuanto más tiempo duren los síntomas, mayor será el daño cerebral, por lo que cada minuto cuenta. La atención inmediata puede salvar la vida de la persona afectada y aumentar sus posibilidades de recuperación.5
